Primero: Pasear por los parques de París. A finales de otoño, caminar en el parque con niños, hacer un picnic y jugar juegos interactivos es una experiencia familiar perfecta. El mejor momento para visitar los Jardines de Luxemburgo es a finales de otoño: las hojas caídas cubren el parque, y además de caminar y disfrutar del hermoso paisaje natural, los monumentos, estatuas y fuentes también son particularmente atractivos.
Bosque de Rambouillet
Segunda cosa: Ve a recoger setas en el bosque. En otoño, las setas en el bosque están maduras. Lleva a tus hijos para disfrutar de la diversión del trabajo, y el Bosque de Rambouillet es tu mejor opción. No solo puedes encontrar varios tipos de setas en el bosque, sino que también puedes ver ciervos sika en libertad paseando o haciendo contacto visual con las personas, así como actuaciones tradicionales de cetrería.
Tercera cosa: Explora el parque temático. Nada es más atractivo para los niños que pasar tiempo explorando un parque temático. De hecho, Disneyland París también es muy divertido, con un toque francés local.
Museo Nacional de Historia Natural
Cuarta cosa: Visitar el museo. Llevar a los niños a visitar el museo es una buena manera de aprender y divertirse al mismo tiempo. Este museo está listado entre los museos imprescindibles para niños en el mundo. Alberga un jardín botánico, un zoológico, una galería de paleontología, una galería de anatomía comparada, una galería de mineralogía, una galería de paleobotánica, una galería de entomología y una galería humana.
Acuario de París
La quinta cosa: Visitar el acuario. Si a los niños les gustan los animales, llévalos al acuario para explorar el misterioso mundo submarino. El Acuario de París, construido en 1867, es el primer acuario del mundo, combinando ocio, entretenimiento, océano, arte, música y cine. Algunos elementos decorativos están inspirados en la novela de Julio Verne 'Veinte mil leguas de viaje submarino', dándole una atmósfera de ciencia ficción y misterio.
Bateaux Mouches
La sexta actividad: hacer un recorrido en barco por el río Sena. El río Sena es uno de los símbolos de París, con un paisaje encantador a lo largo de sus orillas. La mejor manera de explorarlo es en barco, disfrutando de la fresca brisa otoñal y los colores del otoño en ambos lados, lo cual es un gran placer.