Lugares de interés para los cazadores en París

París no solo cuenta con vistas románticas, joyas artísticas y comida refinada, sino también con lugares misteriosos y poco conocidos. Si deseas experimentar otro lado de París, puedes visitar estos lugares para descubrir más.

La Casa del Conejo Listo "Au Lapin Agile"

"La casa del astuto conejo", originalmente llamada "Salón de baile de asesinos", fue nombrada por el dueño para intimidar a las personas que les gustaba causar problemas en grupos (algunos dicen que fue porque el hijo del dueño fue asesinado por un atacante), y además se colocó un cuchillo en la puerta principal. Este lugar fue un punto de encuentro para innumerables artistas antes de que se hicieran famosos, incluso Picasso utilizó la pintura "En la casa del astuto conejo" como "pago de deudas". Hoy en día, "La casa del astuto conejo" tiene diferentes actuaciones todas las noches.

Museo de Vampiros

El fundador Jacques Sirgent es profesor de inglés, pero también es un experto en investigar "criaturas aterradoras". La colección del Museo de Vampiros y Criaturas Legendarias que fundó consiste en sus "curiosidades" recopiladas sobre vampiros y criaturas legendarias, que incluyen "máscaras antivampiros, ballestas, momias de gatos", y así sucesivamente.
La Antigua Prisión de la Bastilla se encuentra en la isla de la Cité, donde durante la Revolución Francesa la monarquía cayó y aquí se estableció el Tribunal Revolucionario, transformando este edificio clásico en la principal prisión para detener a presos políticos y comunes. Aquí hay una celda especial, donde los visitantes verán a una misteriosa mujer que cubre su cabeza con un velo negro y ora frente a una pared: la última reina de Francia, María Antonieta.

Casa de Nicolas Lemme

Los fans de Harry Potter deben estar familiarizados con el nombre de Nicolas Flamel, ya que es el creador de la Piedra Filosofal en los libros. En la historia, realmente hubo una persona con este nombre que vivió en Francia en el siglo XIV. Algunos dicen que dominó la alquimia, mientras que otros afirman que nunca murió y descubrió el secreto de la inmortalidad. El constructor de esta casa de piedra no es otro que Nicolas Flamel él mismo, lo que la convierte en la casa de piedra más antigua que queda en París.