La Catedral de San Jaime (también conocida como la Catedral de Innsbruck) es una elegante iglesia barroca del siglo XVIII. Diseñada y construida por el arquitecto Johann Jakob en los años 1717 a 1724, la catedral tiene un magnífico exterior y una exquisita decoración interior, lo que la convierte en un importante ejemplo del estilo arquitectónico barroco.