Los chinos, escuchenme, no vayan a Phantasialand. Aquí no tiene nada que ver con los niños, no les gustará a sus hijos. Las extrañas presentaciones combinan gimnasia, magia, espectáculos rurales con proyecciones, peleas sin sentido y animales como gallinas, cabras, vacas y elefantes. Creo que se han pasado de la raya al no permitir llevar teléfonos al teatro, cuando en realidad no hay ningún momento digno de ser filmado. En general, Phantasialand es un gran malentendido, creías que era un parque infantil pero en realidad es como un paseo por el parque de tu vecindario con un puestecillo de globos, creías que habría un espectáculo grande y impactante pero en realidad es una mezcla de cosas que te lastiman los ojos, los oídos y la nariz. Después de ver solo 10 minutos, entenderás por qué la empresa no permite marcharse hasta ver todo. Escuchenme, no vayan. Si pueden, devuelvan las entradas ?
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