La actividad más relajante en Niza es observar el mar. El azul del Mediterráneo es diferente al de otros lugares. El color cerca de la orilla se llama verde esmeralda, mientras que a lo lejos es una extensión de azul celeste. Los niños pueden construir castillos de arena en la playa o chapotear con sus pequeños pies en el borde del agua.
También es genial llevar a los niños a probar la cocina local. Niza tiene un plato tradicional llamado Socca, que es una fina crepe hecha de masa de harina de garbanzo mezclada con especias y aceite de oliva. Tiene una textura más delicada que la pizza y es muy adecuada para toda la familia. Chez Pipo, ubicado en el casco antiguo, ofrece una excelente relación calidad-precio y el sabor es excelente.
Visitar este pequeño pueblo en la colina cerca de Niza con niños también es una buena opción. St Paul es una auténtica ciudad artística, construida en la Edad Media, y muchos literatos franceses han pasado tiempo aquí. Es un gran lugar para que los niños experimenten la atmósfera artística.