Reconocido por su especialidad en dumplings, cuya masa es especialmente elástica, el relleno es abundante y se acompaña con los clásicos encurtidos coreanos como kimchi y rábano encurtido, ofreciendo un sabor delicioso y muy apreciado por los comensales.
Con el bibimbap de Jeonju como plato estrella, se sirve arroz en olla de piedra acompañado de varias verduras frescas, huevo semi cocido y una salsa picante coreana especial, mezclándolo se obtiene un sabor intenso y lleno de matices.
Especializado en dakgalbi picante, el pollo se saltea con salsa coreana y se le añaden tteokbokki, patatas y otros ingredientes, resultando en un sabor picante y estimulante; el pollo es tierno y el tteokbokki es suave y masticable.
Destacado por su barbacoa coreana, ofrece carne de alta calidad como panceta de res y panceta de cerdo, acompañada de lechuga, kimchi y salsas especiales, con una textura rica y un sabor único.
El plato emblemático es las costillas de cerdo con queso, donde las costillas horneadas se cubren con una capa espesa de queso derretido, que combina perfectamente, logrando un sabor cremoso y suave, acompañado de papas fritas y otros aperitivos.
La chuleta de cerdo empanizada tiene un exterior dorado y crujiente, con un interior tierno y jugoso, acompañada de una salsa agridulce especial, resultando en un sabor rico y ampliamente popular entre los turistas.
Un plato tradicional coreano nutritivo, el pollo entero se rellena con arroz glutinoso, ginseng y otros ingredientes, y se cocina en un caldo rico y delicioso; el pollo queda tierno y se deshace con facilidad, con un alto valor nutricional.
Destacado por su sopa de masa, los trozos de masa son tiernos y masticables, mientras que el caldo es rico y se enriquece con mariscos y verduras, ofreciendo un sabor complejo y es un plato hogareño reconfortante.
Famoso por sus postres franceses de alta calidad, como el pastel Napoleón y el pastel Ópera, que tienen capas complejas y una textura delicada, mostrando la elegancia y el refinamiento de la repostería francesa.
Ofrecen platos clásicos franceses como foie gras y preparaciones con trufas, donde el foie gras se deshace en la boca y el aroma de la trufa es intenso, añadiendo una sensación de lujo a los platillos.