En algún momento el edificio más alto del mundo, el Taipei 101 cuenta con una plataforma de observación que ofrece impresionantes vistas panorámicas de la ciudad de Taipéi.
Hogar de una vasta colección de artefactos y obras de arte antiguas chinas, incluyendo el famoso Repollo de Jadeíta y el Mao Gong Ding.
Un mercado nocturno imprescindible para degustar comida callejera taiwanesa auténtica, como omelets de ostras, salchichas envueltas en arroz glutinoso y té de burbujas.
Un parque nacional pintoresco perfecto para disfrutar de la vista de flores, aguas termales y senderismo.
Un centro creativo que combina arte, cultura e innovación, lo que lo convierte en un destino ideal para los amantes del arte.
Famoso por su Pagoda del Dragón y el Tigre y otras estructuras únicas de templos.
Una encantadora isla accesible por ferry, conocida por sus playas, mariscos frescos y ambiente relajante.
Uno de los mercados nocturnos más grandes y vibrantes de Taiwán, que ofrece infinitas opciones de comida.
Un colorido pueblo artístico que es perfecto para los amantes de la fotografía.
Conocido por sus impresionantes atardeceres y serena belleza natural.
Renombrado por sus majestuosos desfiladeros y acantilados de mármol, lo que lo convierte en un excelente destino para aventuras de senderismo.
Una hermosa bahía con aguas cristalinas, que ofrece un entorno natural tranquilo.
Famoso por sus Aguas Termales Zhaori, así como por las oportunidades de snorkel y buceo.
Conocido por sus impresionantes playas, arrecifes de coral y paisajes tropicales, lo que lo hace ideal para actividades acuáticas.
El punto más al sur de Taiwán, que ofrece espectaculares vistas al océano.
Una nostálgica travesía en tren a través de frondosos bosques, que ofrece una manera única de experimentar la belleza de Alishan.
El lago de agua dulce más grande de Taiwán, donde los visitantes pueden disfrutar de recorridos en bicicleta alrededor del lago o realizar excursiones en barco.