Como capital, Tokio es una bulliciosa metrópolis conocida por sus rascacielos y su vibrante cultura. Entre sus principales atracciones destacan el histórico barrio de Asakusa, la emblemática Torre de Tokio y el animado cruce de Shibuya. No se pierda la oportunidad de explorar Akihabara en busca de electrónica y cultura anime.
Conocida por sus templos budistas clásicos, así como por sus jardines, palacios imperiales, santuarios sintoístas y casas tradicionales de madera. Kioto es el lugar ideal para disfrutar de la tradicional ceremonia del té o contemplar la belleza de los cerezos en flor.
Famosa por su arquitectura moderna, su vida nocturna y su abundante comida callejera. No deje de probar especialidades locales como el takoyaki (albóndigas de pulpo) y el okonomiyaki (sabrosas tortitas). Visite el Castillo de Osaka y Universal Studios Japan para divertirse en familia.
La isla más septentrional de Japón es conocida por sus volcanes, aguas termales naturales (onsen) y estaciones de esquí. El Festival de la Nieve de Sapporo es una cita ineludible en invierno.
Símbolo emblemático de Japón, este volcán activo es un destino popular para el senderismo, especialmente durante la temporada de escalada, de julio a septiembre. Las vistas desde la cima son impresionantes.
Visite el Parque Conmemorativo de la Paz de Hiroshima para conocer la historia de la ciudad y su recuperación tras el bombardeo atómico de 1945. La cercana isla de Miyajima es famosa por su puerta torii "flotante".
Conocida por sus ciervos en libertad y templos significativos como Todai-ji, que alberga una estatua gigante de Buda.
Para los que buscan una escapada playera, Okinawa ofrece hermosas playas, arrecifes de coral y una cultura Ryukyu única y diferente de la del Japón continental.
