Es la playa más famosa de Busan y está abarrotada de sombrillas en verano. Aquí se celebran varios festivales que atraen a muchos turistas nacionales y extranjeros.
Con sus coloridas casas, este pueblo es un destino único con una mezcla de arte y cultura. Los visitantes pueden disfrutar de las numerosas obras de arte mientras exploran las estrechas callejuelas y escaleras.
Un templo budista inusual situado junto al mar, con un bello paisaje de fondo.
El observatorio, uno de los puntos de referencia de Busan, ofrece una vista panorámica de la ciudad.
El mayor mercado de pescado de Corea, con una gran variedad de marisco fresco, ofrece un ambiente animado.
Por la noche, el puente de Gwangan está bellamente iluminado, y cafés y restaurantes bordean la costa.