La abadía es la joya de la corona del Mont-Saint-Michel y Patrimonio Mundial de la UNESCO. Su impresionante arquitectura gótica y su importancia histórica hacen de ella una visita obligada. Puede explorar la iglesia abacial, los claustros y las impresionantes vistas desde la cima.
El Mont-Saint-Michel está situado en una bahía conocida por sus mareas extremas. Durante la marea baja, las llanuras arenosas quedan al descubierto y se puede disfrutar de una excursión guiada por las marismas. Tenga cuidado, las mareas pueden ser rápidas y peligrosas.
Pasee por las estrechas calles adoquinadas del pueblo, situado en la base de la abadía. Encontrarás pintorescas tiendas, cafés y restaurantes que ofrecen especialidades locales como tortillas y marisco.